B Lite Clínica De La Obesidad

La Cirugía Bariátrica

La psicología es una disciplina social enfocada al análisis del comportamiento humano; básicamente estudia los sentimientos y las emociones involucradas, así como los pensamientos y las reacciones que se originan ante cualquier situación extraña. Las emociones (RAE) en constructo teórico es una alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa que va acompañada de cierta conmoción somática.
Podríamos definir la psicología alimentaria como la rama que se encarga de la detección, diagnóstico y tratamiento de aquellas dificultades psicológicas que pueden aparecer relacionadas con los trastornos alimentarios, así como de la prevención y promoción de la salud de conductas alteradas relacionadas con problemas de peso.
La psiquiatría, a su vez, es el área de la medicina cuya finalidad es mantener y promover la salud mental investigando las patologías, de origen orgánico o no, que la afectan. El individuo que sufre de sobrepeso, por lo general, está sometida a muchas presiones internas y externas acerca de su condición, pudiendo llegar a padecer de una baja autoestima.
En B-Lite la investigación psicológica de un paciente se engloba dentro de la “psicología Clínica”; dedicada a la obtención de conocimientos sobre procesos mentales como la percepción y adaptación.

En nuestra experiencia, hemos observado que algunos de los cambios que se pueden notar en un paciente bariátrico son los físicos; pero existen ciertos factores psicológicos que deben estar en armonía con los mismos y no debemos restarles importancia.
En el apoyo psicológico es imprescindible para ayudar a controlar las emociones que provocan el comer y para favorecer la adaptación a las transformaciones físicas y emocionales del ser humano.
¿Cuándo entra en escena la Psicología ante una cirugía bariátrica?
En B-Lite entendemos que desde el momento que el paciente toma la de decisión de someterse a una cirugía bariátrica. Es de suma importancia que el paciente reciba un acompañamiento integral y multidisciplinario donde intervenga profesionales de la psiquiatra, psicología clínica, endocrinólogo y nutricionista.

Desde el punto de vista psicológico se suele atribuir la obesidad al carácter simbólico del acto de comer, y se suele asociar el sobrepeso como una exteriorización de la neurosis, asociada a la depresión, la culpa y la ansiedad. También es común asociar la obesidad a ciertos conflictos emocionales de fondo, o a otro trastorno mental anterior.

Como podemos ver, la etiología psicológica de la obesidad es confusa, por lo que los esfuerzos en la intervención se centran en valorar y reeducar ciertas creencias de los pacientes, además de conocer las variables afectivas (gestión emocional) y ambientales (costumbres alimentarias, hábitos, etc.).

Por lo tanto, esta variedad procesos psicológicos implicados en la obesidad plantea la necesidad de abordar la situación de cada paciente de forma individualizada, evaluando su personalidad y su entorno.

La realidad es que es una cirugía bariátrica, no un cambio de hábitos conductuales. Una vez se inicia el cambio rotundo en el estilo de vida del paciente. Las herramientas del equipo integral van a lograr que el paciente pueda acoplarse, y pueda responder de forma positiva durante el proceso.

Esto hace más probable que los resultados a largo plazo sean satisfactorios cuando se acompaña de un equipo de profesionales de la salud física y mental.
En efecto, puede ser una de las maneras más seguras para que el paciente se adapte a una nueva forma de alimentarse, sin usar la comida como placebo y él reconociendo la variación de la capacidad de ingesta.
¿Cuáles son las técnicas de psicologías usadas para estos casos?
Es importante aclarar que la psicología por sí sola no es suficiente. En sí, el uso de las técnicas antes y después de la cirugía bariátrica y su enfoque resultan determinantes según sea el caso. Las técnicas que se utilizan para ayudar a modificar algunos comportamientos se encuentran:

  • Automonitoreo
    Se establecen pequeños objetivos específicos para comprometer al paciente con su transformación. Vigilar qué, cuándo y cuánto comemos al día, registrar el cumplimiento del horario de ingesta, la frecuencia de la actividad física, llevar un control de la frecuencia cardíaca, entre otros. En consecuencia, establecer un Desarrollo de autocontrol.
    Al hacerlo, se reciben pequeñas gratificaciones que, a corto plazo, lo estimulan a seguir con sus respectivos objetivos. Si bien, en parte esto ocurre de manera inconsciente, lo cierto es que se genera satisfacción y; por ende, les genera la modificación de las conductas no deseadas, aumentando la motivación y la perseverancia en el reto de la vida, “Del comer”.
  • Controlar los estímulos
    Este podría ser el paso más determinante a la hora de someter al paciente a un cambio integral. De hecho, tiene como fin promover la modificación del entorno para aumentar el autocontrol conductual sin dejar a un lado su estilo de vida y su condición de humano.
  • Solucionar problemas
    La psicología consiste en ayudar al paciente a estar consciente de las barreras que se presentan durante el cambio. Así mismo, se le estimula a encontrar las posibles soluciones a las trampas emocionales del comer.

En B-Lite utilizamos la mayoría de las técnicas y enfoques desde las cognitivo-conductuales como las psicodinámicas; además de la terapia dialéctica conductual y la psicoeducación. Están pueden ser aplicadas con un abordaje individual o grupal. Por último, para nuestro equipo de B-Lite el enfoque multidisciplinario siempre será positivo para el paciente bariátrico. Con esta orientación se solucionan diferentes situaciones, que le podrían impedir cumplir con la meta de bajar de peso hasta alcanzar su talla apropiada.

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